La sonrisa más fingida la he visto dentro de un aeropuerto.
Esa sonrisa que busca ocultar la tristeza y evitar las lágrimas.
Sabes que es falsa. Pero nadie la juzga. Nadie la señala.
La sonrisa más sincera la he visto dentro de un aeropuerto.
Esa sonrisa que deja brillar la alegría y fluir hasta las lágrimas.
Sabes que es verdadera. Todos la celebran. Todos la viven.
He tenido la oportunidad de estar en ambos lados de la sala
Del lado de los que se van y del lado de los que despiden.
Del lado de los que llegan y del lado de los que reciben.
Siempre pensaré que mas sincero es quien va a despedirte en el aeropuerto,
para mi solo van para darte un pedacito de su corazón para que te acompañe en el viaje.
Pero suelo dudar del que va a recibirte, algunos... solo van por "lo que le trajiste"
(he visto personas que se acercan, no saludan sino que preguntan "que me trajiste de x parte?")
Vuelos van, vuelos vienen.
El momento más feliz del viaje de ida es pasar migración del país donde llegas.
La puerta se abrió. Ya estas dentro.
El momento más detestable del viaje de regreso es pasar migración de tu propio país.
Quieres que se apuren. Ya quieres estar con los tuyos!
Un jugador de fútbol siente la adrenalina fluir cuando sale del tunel a la cancha,
La misma adrenalina invade el cuerpo cuando sales de migración al encuentro de tus amados.
Largas horas de esperas en los aeropuertos te hacen conocer personas, si eres sociable, sino la pasarás aburrido mirando a través del vidrio los aviones como llegan y como se van.
(en mi caso hago ambas cosas)
De los aeropuertos he aprendido que, así como observas muchas historias,
desde los que no pueden viajar por falta de documentos,
hasta los que llegan tarde al vuelo,
también creas tus propias historias: con tus familiares, con tus amigos, con el amor.
No hay nada mas lindo que despedirse de tus seres queridos para conocer una ciudad nueva.
No hay nada mas lindo que volver a tus seres queridos para abrazarlos nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario