viernes, 6 de octubre de 2017

Perseguido... pero bendecido

Bienaventurados aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:10

Nunca entendí esta frase, sino hasta hoy.

Justicia es dar al que necesita, ayudar al caído, buscar trabajos para brindar fuentes de trabajos a otros.
Justicia es dar de comer al hambriento, beber al sediento, libertad al cautivo.
Justicia es no buscar el beneficio propio, sino el común.
Justicia es quebrar el ego para que otros crezcan.
Justicia es hacer las cosas bien, que los proyectos salgan, que honres a quien debes honrar y "te pongas la camiseta".
Justicia es que los demás sientan apego por ti, no por tu dinero, sino porque siempre tienes algo bueno que decir, por la sonrisa que logras arrancar en un momento de tristeza o simplemente, porque Dios pone esa gracia en tu vida.
Justicia es que siempre tengas una sonrisa en la cara, y aunque las cosas no salgan tengas una alabanza a Dios.

Pero aquello causa molestia a algunas personas, por lo general a las mediocres. Y comienza la persecución.

Siempre aparecerán personas que trataran de menospreciar tu trabajo, buscarán impedir tu prosperidad, robar tu sonrisa, evitar que des, evitar que compartas, evitar que busques el bien común y, por su egoísmo, buscar solo el beneficio de ellos.
Otras personas buscarán culparte de cosas que no has hecho, mancharán tu dignidad e incluso inventarán historias inexistentes.

Los que vivimos bajo la justicia de Dios siempre seremos perseguidos.

Sin embargo, me llena de mucha alegría saber que todo esto provocará que MIO sea el Reino de los Cielos.

Gracias a los que me persiguen yo obtengo un bien mayor. Lo que mis perseguidores no saben es que mientras más me persiguen, más me acercan a Dios y provocan que Su Reino sea mio.


Mateo 16:19
Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.




lunes, 8 de mayo de 2017

Nostalgia: Fuera de este mundo

Y aún la magia está intacta,
el tiempo no causó efecto en los recuerdos.
Mis labios aun extrañan sus besos,
como los de aquella tarde frente al mar.

Aun veo sus fotos y la sueño,
mi corazón acelera su palpitar,
Aun me pongo nervioso,
como la primera vez que la vi.

De otro, de seguro sus labios ya no son míos,
sus pensamientos quedaron en el olvido.
Los sueños de tener un amor de leyenda
yacen hoy en la vía rumbo al mar.

Si la vez, dile que (suspiro)
que he sido un buen perdedor; porque yo perdí.
Que ella era algo fuera de este mundo,
pero que ahora veo venir la soledad.

Escribo estas líneas con sentido,
sin esperar a cambio nada.
En este mundo solo se vive una realidad,
y solo en la imaginación, hoy la puedo amar.

No hay vuelta atrás y me arrepiento,
sentimiento de culpa invade mi ser.
Pero, mientras ella aparezca en las noches cuando sueño
la besaré en mis sueños una y otra vez.

La magia sigue intacta,
cual bruja me hechizó con su cariño.
Estoy seguro que ella no sabe lo que hizo,
pero estas lineas es por ella que las escribo.

Inspiraba mis poemas,
su mano guiaba la mía para escribir.
Si ella supiera que sigue aquí conmigo,
escribiendo estas líneas, la he vuelto a sentir.

 - Fin -




martes, 7 de febrero de 2017

Del otro lado de la calle.

El clima caluroso de Guayaquil era insoportable. La sensación térmica estaba por los 38°, sol, humedad y la larga caminata por la 9 de octubre tenía su camisa mangas largas blancas impregnada con algo de sudor. En la esquina un vendedor de aguas vociferaba su producto y su precio. El ruido del claxon de los vehículos ante el verde del semáforo aumentaba la tensión del ambiente. Gente caminaba a prisa, unos cuantos se cruzaron la calle por entre los carros.

El seguía caminando hacía la universidad acelerando el paso y evadiendo a las personas mientras caminaba. Miraba constantemente su reloj y el cual indicaba que tenia tan solo 10 minutos para llegar. Se detuvo al llegar a la esquina y mirando el semáforo en verde como si con alguna fuerza mental podría hacer que vaya a rojo de manera inmediata. De repente la vio.

En la esquina del frente, donde inicia la gran plaza vecina a la universidad estaba ella. Su piel blanca, vestido floreado y zapatos tacos de baja altura atravesaron sus pupilas mucho más rápido que la velocidad de la luz y su corazón  palpito fuera de lo normal. -Wow- suspiró -¡Que hermosa!-

El semáforo en verde y el pasar de los carros cortaba su visión de ella. El cabello negro y corto, a la altura de los hombros, se movía con el pasar de cada vehículo. No falto el desadaptado que le envió un beso volado y unos cuantos improperios más. Pero ella ni se inmutó. El sí. Sintió coraje. Deseó en su corazón estar junto a ella y defenderla.

El naranja del semáforo llegó y con el varios pensamientos sobre como llamar su atención: -¿La espero y camino junto con ella?- -¿Le pregunto si la acompaño? -¿Paso de largo y no digo nada?.
Su mente trabajaba más de lo normal. Sus manos comenzaron a tener un pequeño tic nervioso que se demostró con movimientos lentos de los dedos de forma incontrolable. Las pulsaciones del corazón aumentaron mientra sus ojos se desviaron un momento de ella para mirar el semáforo y  asegurarse que aún estaba en naranja. 

-Mejor la acompaño, ¡sí! lo peor que puede pasar es que me rechace. Lo mejor es que desee que la acompañe y la invite a tomar algo- Pensó con rapidez mientras la luz del semáforo pasaba a rojo y los vehículos comenzaron a detenerse antes del paso cebra.

Suspiró lentamente y dio el primer paso fuera de la seguridad de la acera para dirigirse hacia ella.Su corazón seguía latiendo acelerado. Una improvisada seguridad en sí mismo se apoderó de su mente, dio otro paso y vio que ella caminó un paso a su izquierda. 
Una puerta de un aveo rojo se abrió repentinamente mientras el aun estaba en media calle. Ella sonrió de tal manera que sus dientes blancos brillaron junto con ella. Extendió su mano y abrió por completo la puerta y se subió al carro. Mientras el pasaba frente al vehículo pudo ver como aquella chica besaba lentamente los labios del conductor del vehículo quien respondió al beso sonriendo.

Terminó de cruzar la calle y avanzo su camino... En 10 segundos se ilusionó, emocionó y decepcionó del amor. 

Quizá la vida es así... es tan corta que muchas veces dura lo que el semáforo en cambiar de luz. O como la neblina, que en un momento está, pero de repente desaparece sin dejar rastro de que estuvo ahí.
Por tanto, hay que vivir, soñar, ilusionarse, decepcionarse, pero seguir caminando. Nunca sabes cuando la chica que está al otro lado de la calle también se haya fijado en ti... y espere que te le acerques.


domingo, 15 de enero de 2017

El hombre del paraguas

El invierno comenzó...
El aguacero caía sobre mí mientras caminaba por las calles.
La soledad caminaba conmigo... o eso creía.
Estaba empapado, tenía frío y caminaba sin destino.

De repente sentí que la lluvia  no me mojaba,
Miré hacia arriba y vi un paraguas abierto sobre mí
Rápidamente volteé mi cabeza para ver quién estaba a mi lado
Era un hombre bien vestido, miraba hacia al frente, caminaba conmigo.

Quise hablar y preguntar porqué hacía aquello, pero paz invadió mi corazón
En sus ojos había seguridad al caminar, sabía que el sol saldría pronto.
Pude notar una cicatriz en su frente, otra en su ojo derecho y su tabique desviado
Quería correr, pero de repente la lluvia se detuvo.

El hombre cerró el paraguas y pude ver un orificio en sus manos,
Mi corazòn se aceleró, yo sabía que conocía a ese hombre,
En la iglesia, en la casa, en los libros me habían hablado de él,
Pero de modo sobrenatural, no de modo físico.

Me miró a los ojos y me dijo: "no temas ni desmayes, Yo soy".
Sonreí, parpadee y el ya no estaba. Pero la paz en mi corazón permaneció.
Miré al cielo y ahora estaba soleado. No había nubes de tormenta. Todo había pasado.
El hombre del paraguas lo había hecho todo. Incluso desaparecer el temor.

El paraguas seguía ahí. Lo había dejado para mi.
Lo iba a tomar, pero preferí avanzar sin tocarlo.
No por rebeldía, sino porque el paraguas me recordaría la lluvia,
El avanzar me recordaría sus palabras.

La vida se trata de que cosas deseas recordar, que cosas deseas tener en la mente.
Los momentos dolorosos no se fotografían, solo los felices.
Nadie ve una foto de un ataúd y sonríe. Pero sí una de algún momento feliz.
Tu decides que vida vivir, si una vida de quejas o una de nuevos desafíos.

El hombre del paraguas me dió paz. Paz que el mundo no te puede dar.
Puedes irte a una isla solitaria y no sentir paz. Puedes estar rodeado de gente y sentirte solo.
Puedes solamente recordar Quien camina contigo y sentir paz con seguridad.
El no me aseguró que la vida sería fácil, solo que "no tema ni desmaye".

¿A qué le temes? ¿Ante que te rindes?
¿Acaso el hombre del paraguas no te dió su palabra de que EL ES"?
El hombre del paraguas siempre mirò hacia delante, así debemos caminar
Mirando siempre al frente, porque allá atrás ya no hay nada que podamos hacer.

El pasado ya fue,
El presente es hoy.
El futuro lo escribes tú
¿qué deseas escribir?


lunes, 9 de enero de 2017

Invierno.

Llueve. Puedo oír cada gota caer en el suelo.
Estoy concentrado. Mi mente está en blanco. No tengo nada que pensar.
No quiero pensar. No he pensado nada.

Llueve. El silencio de la noche es mi aliado.
Esta tranquilo. Suave brisa entra a mi habitación. Estoy solo.
No quiero estar solo. No estoy solo. Estoy con mi silencio.

Una suave melodía se escucha a lo lejos. No logro identificarla.
Puedo escuchar los latidos de mi corazón, corazón que aun late cuando ya no debería hacerlo.
El silencio es tan profundo que puedo oír a las hormigas conversar.

Un pensamiento quiere pasar por mi mente. Recuerdos de años cercanos quieren venir.
Lo bloqueo inmediatamente, no quiero que nadie me arruine este silencio.
Está tan callado. Parece un cementerio a media noche cuando el fantasma aun no se levanta.

Ahora que lo pienso, quizá estoy muerto. Quizá muerto en vida. Quizá solo soy un vegetal.
Pero no durará mucho. La lluvia dejará de caer y el sol saldrá y secará la tierra.
Las aguas empozadas retomarán su camino y el suelo quedará seco.

Todo esta mojado. Húmeda mi almohada. No se como la lluvia llegó hasta ahí.
Creo mis ojos envidiaron las nubes negras y quisieron hacerle competencia.
Solo hay nostalgia. Se respira nostalgia. Huele a velorio.

Neruda escribió los versos más tristes aquella noche.
Yo le puse melodía con las gotas de lluvia golpeando en mi ventana.
Una tras otra. Muriendo a gritos, juntándose entre ellas ya muertas, rodando hasta desaparecer.

Quisiera terminar este silencio. Pero sigo sin pensar nada.
La música que sonaba a la distancia ya no está.
Parece que todo está terminando, pero este invierno recién acaba de comenzar.


jueves, 5 de enero de 2017

Aleluya...2017

El 2017 ha comenzado. Nuevas metas y proyectos me he planteado, pero al finalizar el 2016 me topé con una canción que se llama Hallelujah cantada por Bon Jovi.

Me puse a buscar el significado de aquella palabra (aunque la he repetido mil veces desconocía el significado) y significa "Alabad con alegría al Señor".

Y creo que el 1 enero a las 00:00 mi primera palabra fue "Gracias Dios".... Creo que Aleluya fue la primera canción que escuché.
El 2016 no fue el mejor año de mi vida, pero me dejó grandes enseñanzas. Muchas de las cuales han marcado mi vida para siempre, una de las cuales es "Alabar a Dios en todo tiempo".

Arranca el 2017, muchas cosas mías deseo mejorar, cambiar y otras lograr. Pero de algo estoy seguro, aunque vengan momentos felices, tristes, aunque personas nuevas aparezcan en mi vida y otras se vayan, tengo que tener en mente que "Aleluya" siempre debe ser mi canción, mi alegría.

Quería escribir más, pero solo me limitaré a decir que:
- Hay muchos comienzos, pero es la actitud la que define si este comienzo será uno más o uno distinto.
- Hay muchos sueños, pero la acción es la que definirá si se logra o solo queda en la almohada.
- Hay una vida.... es tiempo de vivir.

¡Aleluya! ¡Gloria a Dios este 2017!
Vamos por más.