Viendo "how I meet your mother" temporada 1 capitulo 19-21, noté como se refleja la realidad de las personas cuando están por casarse y sienten que no han cumplido sus sueños de juventud.
La protagonista "Lilly" esta a punto de contraer matrimonio con su prometido Marshall, aquel joven que conoció en la universidad. Dos meses separan la soltería del momento del "SI" definitivo, y ella comienza a mostrarse preocupada por aquellas cosas que de joven prometió cumplir y no las ha realizado:
- Viajar a París y ser una artista.
- Ser libre y mostrar su arte al mundo.
- Hacer un postgrado o maestría. Obtener una beca.
Poco a poco afecta su noción del tiempo y se da cuenta de que aun le falta por vivir.
Similar ocurre con Marshall, el comienza a recordar sus promesas de juventud, entre ellas está una muy particular "Ser abogado defensor de los animales y el medio ambiente".
Ahora es abogado, pero trabaja en una oficina de New York, en un lugar que no ama, pero que le da el suficiente dinero para mantener su casa y pagar la boda.
¿Cómo un programa de tv puede asemejarse a la realidad de muchas personas? Demasiado cuando es basado en historias probables de la vida cotidiana.
¿Cuantas veces nos hemos topado mirando hacia atrás y aun no viajamos donde deseábamos viajar de niños? ¿O ese sueño de ser músico activo para ser solo oyente de cds y mp3?
Mientras pasa el tiempo nos preocupamos más por como pagar deudas, mantener la familia, pagar el estudio de los hijos y que ellos "tengan lo que nosotros no pudimos tener". Para mi, lo último es disfrazar nuestra frustración personal en anhelos con ellos.
Tarde en la vida aprendí a que los momentos hay que disfrutarlos. A los 18 comencé a trabajar, cuando mucho de mis amigos a esa edad pasaban de fiesta, viajes y viviendo.
Ahora, a mis 27 trato de aprovechar cada momento de la vida, y aun busco cumplir las metas que me faltan por cumplir. No quiero llegar a los 40 y no haber aprendido a tocar bien la guitarra, o jamas haber compuesto una canción y escucharla sonar en la radio.
No hablo de regresar el tiempo y de frustrarnos como lo hacía Lilly y su Erikson, hablo de vivir lo que tenemos en frente, en las condiciones que tenemos en la actualidad.
Aun, si Dios lo permite, deseo llegar a Disney, abrazar a Mickey Mousse y romper en llanto, ser niño de nuevo a pesar de ser ya un adulto de edad.
Aun sueño con ser mochilero, quizá no pase un año viajando con mi mochila recorriendo América, pero por lo menos en mis próximas vacaciones irme varios días a vivir esa experiencia de andar en bus o "jalando" dedo hasta llegar al destino (Machu Pichu).
Ayer escuche una frase que usaré para cerrar este blog: "Si haz soñado algo, ten por seguro que es posible conseguirlo, todo depende de tu motivación".
Las deudas no son el problema.
La edad no es el problema.
Estar casado o tener hijos no es el problema.
Es la falta de motivación el verdadero problema.
Al final de la 1era temporada Lilly y Marshall rompen su compromiso para que ella pueda ir en búsqueda de su sueño. Les pido no me hagan spoiler para seguir con la emoción de ver la 2da temporada y restantes.
Escribir elimina cargas de la vida y del corazón. La escritura es la mejor invención de la humanidad, seguido de la música.
lunes, 28 de diciembre de 2015
Emelec vs Liga: Las dos finales
Faltaban 5 minutos para que finalice el partido entre Emelec vs LDUQ en el año 2010. Emelec ganaba 1 a 0, pero con eso no nos alcanzaba para ir a penales, necesitábamos un gol mas.
En las gradas se comenzaba a notar la desesperación, la angustia, el miedo. La tristeza.
A 1 minuto para que termine el partido el 4to arbitro anunciaba el tiempo de adición y en ese momento supe que la final estaba por ser perdida.
Me puse la bandera de Emelec sobre mi espalda y me abracé con ella. Lagrimas salían de mis ojos. Soy de los que casi no llora, suelo ser fuerte en momentos difíciles, en no perder la cordura. Pero ahora parecía que estaba viendo agonizar a mi mejor amigo delante mío y no podía hacer nada para salvarlos.
Finalizó el partido, me tapé el rostro con mi bandera mientra con ella secaba mis lágrimas. LDU daba la vuelta en el Capwell, en nuestra casa. Habíamos perdido la final.
"El fútbol da revanchas" dice un viejo comentarista radial. Y así pasó.
Faltaban 5 minutos para que finalice el partido entre LDU vs Emelec en el año 2015. Liga empataba a 0, pero no le alcanzaba para ser campeón. Necesitaban 2 goles por lo menos.
En esta ocasión no estaba en las gradas, sino en el recinto La Delicia del cantón Samborondón.
Faltando 1 minuto me puse la bandera de Emelec sobre mi espalda y me aferre a ella. Contuve las lágrimas, no estaba en casa, estaba en un lugar que no me daba confianza para hacer ese gesto.
Finalizó el partido y corrí como loco mientras gritaba CAMPEON, CAMPEON. Habíamos ganado la final. Eramos Campeones. Tri campeones.
No suelo bailar, pero bailaba solo.
No suelo demostrar tanta alegía, pero ese día era incontrolable.
El fútbol dio la revancha: Dimos la vuelta en Casa Blanca. Le robamos la virginidad.
La perfección en la vida después de 90 minutos de un partido de fútbol era posible.
Flashback.
Viajando a Portoviejo a ver la 1era final del 2015, iba con la ilusión de ver a Emelec ganar. La misma, o quizá más fuerte, que había tenido 5 años atras mientras iba al Capwell.
Descubrí que los sentimientos se hacen más fuertes con el paso de los años. A un equipo, a una mascota, a una persona. Y que es mentira que el amor se convierte en costumbre, el amor se fortalece con el pasar de los años, siempre y cuando las emociones alrededor de el sean las correctas.
Salud TRI CAMPEONES!
En las gradas se comenzaba a notar la desesperación, la angustia, el miedo. La tristeza.
A 1 minuto para que termine el partido el 4to arbitro anunciaba el tiempo de adición y en ese momento supe que la final estaba por ser perdida.
Me puse la bandera de Emelec sobre mi espalda y me abracé con ella. Lagrimas salían de mis ojos. Soy de los que casi no llora, suelo ser fuerte en momentos difíciles, en no perder la cordura. Pero ahora parecía que estaba viendo agonizar a mi mejor amigo delante mío y no podía hacer nada para salvarlos.
Finalizó el partido, me tapé el rostro con mi bandera mientra con ella secaba mis lágrimas. LDU daba la vuelta en el Capwell, en nuestra casa. Habíamos perdido la final.
"El fútbol da revanchas" dice un viejo comentarista radial. Y así pasó.
Faltaban 5 minutos para que finalice el partido entre LDU vs Emelec en el año 2015. Liga empataba a 0, pero no le alcanzaba para ser campeón. Necesitaban 2 goles por lo menos.
En esta ocasión no estaba en las gradas, sino en el recinto La Delicia del cantón Samborondón.
Faltando 1 minuto me puse la bandera de Emelec sobre mi espalda y me aferre a ella. Contuve las lágrimas, no estaba en casa, estaba en un lugar que no me daba confianza para hacer ese gesto.
Finalizó el partido y corrí como loco mientras gritaba CAMPEON, CAMPEON. Habíamos ganado la final. Eramos Campeones. Tri campeones.
No suelo bailar, pero bailaba solo.
No suelo demostrar tanta alegía, pero ese día era incontrolable.
El fútbol dio la revancha: Dimos la vuelta en Casa Blanca. Le robamos la virginidad.
La perfección en la vida después de 90 minutos de un partido de fútbol era posible.
Flashback.
Viajando a Portoviejo a ver la 1era final del 2015, iba con la ilusión de ver a Emelec ganar. La misma, o quizá más fuerte, que había tenido 5 años atras mientras iba al Capwell.
Descubrí que los sentimientos se hacen más fuertes con el paso de los años. A un equipo, a una mascota, a una persona. Y que es mentira que el amor se convierte en costumbre, el amor se fortalece con el pasar de los años, siempre y cuando las emociones alrededor de el sean las correctas.
Salud TRI CAMPEONES!
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