sábado, 20 de agosto de 2016

A 1502 kilometros de casa

Escribo esto desde la comodidad del escritorio que proporciona el Hotel donde estoy hospedado en el norte de Bogotá, Colombia.
Dirán que soy aguado o lo que sea, pero la verdad no quería venir. A pesar que era un asunto laboral y era un viaje pagado para que me capacite, no lo deseaba. Sinceramente estaba nublado por cuestiones que no puedo relatar.
Pero Dios sabe como hace sus planes y los hace siempre bien.

Hace poco leí Oseas 2:14 "Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón."

Bogotá no es un desierto, es una ciudad de millones de habitantes, sus calles son siempre transitadas, el tráfico es terrible (nunca más me quejaré del tráfico en Guayaquil), su gente es amable y aunque me asustaron de que es una ciudad "muy peligrosa", gracias a Dios el único susto que pasé fue no encontrar el billete de 50mil que había escondido en el zapato (:D )

En la feria que me enviaron aprendí mucho, me topé con gente de un nivel intelectual superior al que conozco. Me brindaron conocimiento y sobretodo su apoyo cuando requiera algo. Conocí más del producto que estoy trabajando y con fe se que lograré mis ventas.

En lo demás, utilicé la vieja frase de mis padres "si quieres conocer alguna ciudad, toma un bus y piérdete". El taxi costaba 10 dolares, el bus 0,50. Mismo tiempo de recorrido. La misma inseguridad. Opté por el bus. Y sí, se conoce mucho más.

Amé el frío, sin duda es el clima que me encanta (la sangre Cedillo se me sale por los poros), las noches fueron de caminatas de reconocimiento. Los días de trabajo y de aprendizaje.
Llegó el Sábado y recorrí los lugares turísticos. Conocí, me hice amigo de un Canadience llamado Andrew con el cual caminamos todo el centro turístico. Comprobé que mi ingles es bueno, y que mi español es terrible con palabras que en Ecuador significan una cosa, en Colombia otra.

"señorita, puedo coger la arepa"
(mirada de WHAT!!!!!)
-Perdón?
-Que si puedo tomar la arepa para comer.

Coger en Ecuador es "agarrar", en Colombia "sexo". le estaba pidiendo sexo a la arepa. Mi cara de "disculpe, no soy de acá" era digna de fotografía.

Caminando como quien no quiere la cosa me tope con una feria de café. Dios! no me pudiste enviar a un mejor lugar. Amo el café y aprendí mucho. Luego les relataré en otro blog como se debe tomar el café.
Que delicioso café. Probé el de todas las marcas en preparación expreso: Nescafé, Juan Valdez, Colcafe, BuenDía, Lukafe, etc.. Esta noche no dormiré.

Pero después de todo, aunque estas en un país hermoso, con gente cálida y amable, siempre quieres regresar a casa. Ese calor de Guayaquil, mis perros, mi trabajo, mi vida. 

"te llevaré al desierto".... El desierto no solo es un lugar donde hay dunas y sol fuerte. Es también un lugar donde estas rodeado de mucha gente, pero al cual no perteneces. Estas ahí para aprender a sobrevivir. Donde administras los recursos que dispones. Donde no te tomas el agua de golpe, porque sabes que no habrá mas. Donde regulas tus fuerzas para seguir avanzando.

"Le hablaré a tu corazón"... en mis 28 años de vida he comprendido que Dios habla de muchas formas. Directas e indirectas. Con señales y prodigios, y con el silencio. Dios me habló y se que hay algo más grande para mi vida, pero mientras llega, tengo que darle con fuerza a mi trabajo, mis estudios y a mi vida. El cielo es el límite, y Dios me ha llevado siempre a las alturas. 

Hago paréntesis aquí_ Dios conoce que temo a las alturas y a los lugares encerrados, sin embargo me ha permitido viajar 6 horas encerrado en un avión, viajar en teleférico en Quito y en Bogotá. (el teleférico de Quito es un terror alado del de Bogotá). He podido observar una ciudad desde el piso 42 y desde el piso 92 de un edificio. He caminado sobre una plataforma de vidrio a mas de 300mts de altura con el temor a que se rompa y sí, he vencido mis miedos. Me he vencido a mi mismo. Y me he sentido invencible!. 

Pronto estaré en casa, volveré a la rutina del trabajo de 9 a 5:30, pero espero que algo haya cambiado dentro de mí. Y que ese cambio perdure por siempre.

No puedo estar mas agradecido con Dios. Un simple "lomeño" de familia humilde y trabajadora, de principios fuertes y de coraje para triunfar, con padres que siempre creyeron en el, ha viajado 5 años seguidos al extranjero. Aun me cuesta creerlo. Aun me es difícil asimilarlo. Quizá nací con una estrella o quizá a Dios le dio la gana de bendecirme de esa manera. No lo sé, solo puedo agradecerle a El por la vida que me permite vivir. 

Aun queda una meta este 2016... y es mi título. Y luchare por ser oficialmente Ingeniero Industrial.

Y aquí, a 1502 km de casa, a 2600 metros sobre el nivel del mar. Con Bon Jovi de fondo musical, me despido.