miércoles, 13 de marzo de 2024

Breve recorrido por estos últimos años (parte 1)

 Si no fuera por mi papá, no creo que volvería a escribir de nuevo.

Era un día caótico, como los últimos días que he estado viviendo por conflictos varios que detallaré en otras entradas a manera de historia. El viejo tenía de taréa abrir un blog (sí, no hay edad para estudiar), y se acordó que hace años tenía uno, uno que ni yo me acordaba de su existencia, entonces decidí abrirlo y recordar esa época y volver a retomar esta terápia. 

Han pasado 6 años desde la última públicación y haré un pequeño recorrido por los últimos años, porque es bueno dejar plasmado todo. 


2018

En ese año me convertí en padre. Cuando tuve a mi recien nacida hija en mis brazos por primera vez recité esta frase: "eres el amor de mi vida, todo lo que tengo, y todo lo que soy, es tuyo. Para siempre".*

*HIMYM T9E24 

2019

No tengo muchos recuerdos de este año, creo firmemente que hubo un reseteo mundial de nuestras memorías porque he consultado con varios amigos sobre los acontecimientos ocurridos sobre este año y todos tenemos lagunas mentales. 

Buscando fotos en facebook de ese año, solo tengo un viaje a Colombia por temas de trabajo, y 500mil fotos de mi hija.

Diciembre: Mientras organizabamos varias cosas en la casa, Michelle sintió un dolor en su estómago. Pensamos era algún tema gástrico por no prestar atención a la alimentación por los temas de los arreglos varios, por lo que decidió ir al médico al día siguiente.

Me encontraba almorzando con dos compañeros de trabajo, un día sin mucha importancia pasó a convertirse en uno de sorpresas. El famoso malestar gástrico se convirtió en una noticia felíz: "estabamos esperando un bebé".

Doblemente bendecidos! 

2020

Apartado Pandemia:

Año de la pandemia COVID 19. Nos encerraron con engaños (nos dijeron que sería por una semana) y se convirtieron en 3 meses. 

Aproveché este tiempo para darme vacaciones, ya que durante los últimos 3 o 4 años no había tomado vacaciones largas, solo de 3 o 4 días por algún tema específico. Las deudas apretaban y prefería cobrar las vacaciones a seguir en gastos. Al llegar la pandemía la economía familiar colapsó, entramos en una recesión y las tarjetas de crédito se vencieron. Era comer o pagar deudas. Lo primero!.

Vi caer amigos, conocidos y me enteré del fallecimiento de personas que quería. Sin embargo, gracias a Dios, el virus pasó de largo y no afectó a mi familia. 

Como recetas utilizamos lo siguiente:

Canelazo: Utilizado después del primer més de pandemia en adelante cada dos semanas. Ayudaba a matar el virus 😅

Agua de hierva luisa: Los nervios afectaban, las noticias no colaboraban y el encierro comenzó a afectarnos un poco. Así que recurrimos a las artes antiguas y nos tomamos litros y litros de infusión para evitar contagiarnos. Y funcionó.

Trago fuerte: similar que el canelazo. Efectivo pero la resaca era pesada. 

Videojuegos: Sí, el contacto con el mundo exterior lo hice con amigos que no conocía con los que hacía squad en el Call of Duty WWII

Retorno al trabajo:

Bueno, retorné al trabajo porque había un negocio fuerte que ganar en Refinería La Libertad y, aprovechando los salvoconductos, me fui a trabajar. Ya necesitaba ingresos fuertes.

Apartado bendición:

Todo lo planificado para el nacimiento de la 2da bebe se fue al trasto por tema de covid. Mi suegra no pudo viajar y el hospital solo recibía a la madre del bebe y su mamá. Todo un caos.

El nacimiento fue sin complicaciones, y así trasncurrió la primera noche. No pude ver a mi hija hasta el día siguiente y no la pude tocar hasta semanas después por temor a contagiar, el COVID aún estaba vigente. 

Recuerdo esa noche que me indicaron que mi hija había sido trasladada al hospital del niño Francisco Icaza Bustamante por una complicación médica, eran las 3am, no se podía salir a la calle por restricción de movilidad, solo personal de emergencia podía moverse. Tomé el carro y aceleré en la via a 150km/h, me demoré 30 minutos desde Lomas al Hospital. New Record!. Me pasé vigilantes, peaje, semáforos para estar en el hospital. Esa noche demostré dos cosas: el amor de padre puede mucho y, no importa las seguridades, siempre habrá un guardia que se duerme y te dejará el camino libre para ir donde quieras. 

Mi pequeña hija nació con un problema de icterícia, sorteando guardias dormidos llegué hasta el cuarto donde estaba en una cuna con UV. Estando en la sala es que se dieron cuenta de mi presencia. Me sacaron del cuarto y así pasaron 15 largos días para que le dieran el alta. 

Recuerdo que esa noche que me colé en la habitación me acerqué a la cuna y le dije a mi hija "Tu eres mi otra mitad, eres la parte del corazón que me faltaba. Doy mi vida si es necesario para que tu vivas".  

Momentos quedan en mi corazon. Grabadas las personas que me brindaron su ayuda! Desde Grace que me ayudó con el código para no pagar nada en el hospital, Sullana y su mamá Isabel brindandonos soporte logístico y comida, hasta mi mamá que se encargó de mi hija mayor en casa. Días dificiles, pero que termiaron al llegar a casa cuando Valentina conoció a su hermana por primera vez. Todo había terminado. Era el inicio de una familia de 4.

Resto del 2020

La pandemia hizo estragos en la economía familiar, los meses venideros fueron duros. Las deudas se acumularon y era el momento de tomar decisiones, decisiones que llegarían antes de lo planeado. 

2021

El año arrancó con una decisión: Era el momento de buscar otro horizonte laboral. 

Desde el 2019 mi vida laboral había pasado de ser la super estrella en ventas a sufrir acoso, falsas acusasiones y hasta denigrado dentro de la oficina por un nuevo "Fiscalizador" (lo coloco en comillas porque sencillamente era un amigo del jefe que entró a hacer su negocio, y no el de la empresa). Ese hostigamiento constante, más recortes en comisiones me llevaron a tomar una decisión: Buscar otro empleo. 

Así comenzó mi travesía de enviar CV, ir a entrevistas y concretar reuniones. Algunas puertas estuvieron por abrirse, pero algo las impedía. Era frustrante.

La puerta se abrió totalmente para junio, y al fín pasé a jugar en una multinacional. Sin embargo, me dí cuenta que la vida me tenía algo totalmente distinto y renuncié a esa empresa al mes de haber ingresado. Así sumaba mi segunda renuncia en menos de 2 meses. Algo que no lo había hecho jamás. El sueldo era inmejorable, $1400 mensual, utilidades de más de 10mil al año... todo, por perseguir un sueño: La promesa hecha por Dios a mi vida.

PROSERIND

Era la última reunión de Casa de Paz que se celebraba en mi casa. Le había facilitado el espacio a mi amigo Darío para que llevara a cabo reuniones cristianas en mi sector y así escuchaba la Palabra nuevamente, algo que siempre me ha gustado.

Esa noche en medio de una oración Dios nos habló de que tendríamos una empresa que crecería, empezaría siendo pequeña pero que alcanzaría a llegar a ser grande y que ayudaríamos a muchas personas por medio de ella. Y así nació el sueño y la visión. Un diciembre del 2017.

Agosto 5 del 2021, con solo 300$ en mi bolsillo, 1000$ prestados a cambio de las joyas de oro de mi mamá, arrancó Profesionales en Servicios Industriales PROSERIND, que luego cambiaría a Proyectos y Servicios Industrailes, pero eso es para otro blog. 

No tengo forma para dudar de que empezamos con bendición, a tan solo 1 semana de empezar cerramos nuestros 3 primeros contratos de servicios y cerramos nuestro primer gran proyecto con mi amigo Heackel Guevara. 

Oh, lo olvida,a Heackel Guevara. Cuánto me insistió para que me bote y arranque el camino. No se si lo hacía por joda o porque veía algo más. Pero como siempre, tomé una decisión sin pensar mucho y saltando al vacío cual Indiana Jones dando el paso de fe, me arriesgue. Y funcionó.

El 2021 nació este, mi tercer hijo, la empresa que será mi legado para mis hijas. 


martes, 11 de septiembre de 2018

Nuevos ciclos


A pocos meses de llegar a los 30 años, comienzan varias etapas en mi vida.

Siempre he mantenido el criterio de que la vida está llena de ciclos, ciclos en los que uno debe poder entender cuando comienzan y cuando deben de terminar. Querer alargar un ciclo cuando éste debe cerrarse, puede ser doloroso y a veces frustrarte.

La vida está llena de ciclos: fecundación, maduración, niñez, adolescencia, juventud, madurez, vejez y la muerte que representa el final de nuestro ciclo de vida.
Dentro de cada ciclo de la vida, existen etapas: escuela, colegio, universidad, noviazgos, matrimonios, paternidad, etc.

Ya cerca de mis 30, creo poder decir que es el momento de cerrar círculos que permanecieron abiertos, otros a medio cerrar y otros que olvidé cerrarlos. Soy un fiel creyente de que, en el ciclo de una vida, o lo que la Biblia lo llama: Generación, cada uno de nosotros tiene una razón de ser, un propósito.

Poco a poco he ido descubriendo cual es mi propósito, y este se refleja en las decisiones que voy tomando en cada aspecto de mi vida. Tanto en lo familiar, profesional y eclesiástico debo dejar una huella, pero no de las negativas, sino, de aquellas que cambian radicalmente el pensamiento.
Vengo de una familia humilde, que en muchos momentos luchó por un plato de comida, pagar la pensión del colegio o por no tener para una universidad pagada, sino que me envió estudiar en una de las pocas carreras que era gratis: Ingeniería Industrial, dejando así mi sueño de ser Diseñador Gráfico o Productor de Tv dentro de mis metas secundarias por cumplir

Vengo de vivir en casas que no eran propias, eran de familiares que nos las prestaron para acomodarnos por un tiempo, de vivir en la casa parroquial de una iglesia por un año, en el local que tenía mi papá otro año más, en la casa de mi abuela, en la casa de un familiar en sauces durante 10 meses, hasta que el Miduvi nos regaló nuestra primera casa y ahora puedo sentirme orgulloso de a mis 24 años haber comprado mi propia casa.

Nada en mi vida fue casualidad, esto me hizo entender lo bendecido que soy por Dios y lo maravillosa que es Su Gracias sobre mí.

Hace poco estuve en Bogotá y mientras estaba en la cama del hotel mirando en el horizonte las montañas cubiertas de neblina, pensaba en que nunca soñé siquiera estar así en mi vida. A lo mucho soñé con llega a algún hotel caro en Guayaquil, o cuando me invitaron a una cena en el Oro Verde pensé que era lo más increíble que viviría ¡Cuán equivocado estuve!

Mi mente limitada se basó en que creía que las historias de superación son para la gente que tiene apoyo de sus familias, o que vienen con grandes proyectos en su mente, o simplemente, casos excepcionales de gente que se convierte de muñeco de madera en niño real, a lo Pinocho.

Pero fue Dios, y siempre le daré el crédito a Él, quien decidió apostar por mí.

Después de regresar de Bogotá (2018), un joven me escribió y me dijo: “realmente me agrada ver como Dios te bendice”. Esta frase me impactó tanto, porque a veces estoy tan afanado con el trabajo, la familia y otros menesteres que olvido detenerme un momento para ver la bendición y por supuesto, disfrutarla.

Quizá no a todos les agrada verme ser bendecido, pero no es algo que me afecte, porque sé que en algún momento podrán también compartir de las bendiciones que Dios me da. Quizá algún momento llegue a alguna dependencia de gobierno local o provincial, quizá me haga millonario honradamente y ayude a algunas causas sociales como está en mi corazón, o simplemente, escribiendo líneas que inspiren a otros a creer que se puede, como dice Diego Torres en su canción “Color Esperanza”.

Hoy puedo disfrutar de mi hija: Valentina Razziel. Verla a ella despertar en las mañanas y hacerme entrar en un nuevo ciclo: Ser Papá. Aún temo tomarla en mis brazos, pienso que soy algo torpe para los niños recién nacidos. Disfruto verla sonreír, molestarla, y verla dormir. No me agrada verla llorar, porque no me gustan las lágrimas ni el dolor, que, aunque son parte de la vida, no son de mis favoritas. Prefiero la alegría, la sonrisa y el regocijo.

Me siento completo, bendecido y en victoria constante.

En toda mi vida he sido todo lo que he querido ser y aquello que me tocó convertirme por el trabajo: desde monaguillo en la iglesia católica hasta predicador en la iglesia evangélica. Desde mesero en mis inicios laborales hasta vendedor senior de la empresa donde hoy laboro. De viajar apretado en un bus a las 5 30 am para ir al colegio a viajar en un avión relajado viendo películas. De viajar a Cuenca como destino constante de mis vacaciones a irme a las playas de Cartagena en Colombia a relajarme. 
Y así… la lista sigue.

Creo fervientemente que las personas que influyeron en mi vida son a las que eternamente viviré agradecido, personas como Ps. Samuel Reyes, Dra. Ana Reyes, Ing. Grace Atiencia, Ing. Sullana Quiñonez, mis amigos de niñez Doulgas, Denny, Jonathan, Carlos y Fernando, entre otros.

Pero de quien aprendí mucho ha sido de Jehová Dios, Él siempre me dijo: “tengo planes para ti, para darte un futuro y una esperanza” (Jer 29:11).

Dios me dio todo, incluso una esposa que me apoya en todo lo que hago, me corrige cuando me equivoco y me ayuda a mantenerme firme cuando quiero tambalear orando por mí a toda hora. Acentuando un poco en esto, a veces creemos que la mejor esposa es la que tiene un buen trabajo, gana bien y ayuda en los gastos en la casa. La verdad, lo es, sin embargo, creo fervientemente que la mejor esposa es quien ora por su esposo. Todo lo  demás es complemento. .

Cuando la Biblia habla de la Mujer Virtuosa (Prov. 30) comienza hablando de que “el corazón de su marido está en ella confiado”, luego continúa hablando durante varios versículos sobre las labores que ella realiza en su casa (como ama de casa), en el campo (como empresaria) y con sus hijos (como madre), para finalizar diciendo “La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada”.

Como hombre de negocios y múltiples ocupaciones, tener una esposa que esté constantemente hablando con Dios acerca de mí, es lo que me ayuda a no cometer tantos errores, tanto en lo económico como en mi forma de ser


En este nuevo ciclo que estoy por comenzar, creo que tener el apoyo espiritual, es lo que seguirá marcando la diferencia en mi camino. Hoy puedo decir abiertamente: Lo tengo todo.

Cuando tenía 14 o 15 decía que quería tener mi casa propia, mi familia unida, mi carro y viajar por el mundo. Han pasado casi 15 años y puedo decir: Lo logré.

Ahora toca enfocarme en nuevas metas, criar bien a mi hija, fortalecer mi relación con Dios y con mi pareja, pero, sobre todo, servir a otros como Jesús sirvió cuando estuvo en la tierra

Michael Cedillo 

lunes, 16 de julio de 2018

Al filo de la rendición

Me gusta ver la lucha libre desde que tengo 8 años, era un pasatiempo que tenía con mi papá de cada domingo por la noche, en especial, nos gustaba ver los eventos especiales que duraban horas y horas.
Dentro de la lucha libre existe una forma de ganar por vía rendición, consiste en que un luchador aplica una llave que provoca tanto dolor al contrincante que este, al no poder moverse o para evitar la rotura de un hueso, toca tres veces la lona en señal de rendición. Al rendirse, es liberado de la llave, pero ya perdió la pelea.

Existen dos métodos para ser liberado de la llave sin perder la pelea, uno de ellos es revertir la llave, es decir, liberarse de ella; y el otro es tocando la cuerda.

En la vida pasa de forma similar, existen momentos donde estamos en un ring siendo victimas de una de las tantas modalidades de llaves de rendición. A punto de tocar la lona tres veces y perder la batalla. Liberarnos no es una opción fácil, usualmente depende de nuestras fuerzas, pero que ya cada vez se agotan por el afán de resistir el mayor tiempo posible el dolor. Pero está la cuerda.
La cuerda viene a ser Dios, Dios es quien nos da la posibilidad de ser libres de las técnicas que el mundo usa para hacernos rendir y derrotarnos. Las cuerdas en un ring rodean toda la superficie, tal como Dios hace contigo, sin embargo, nos resistimos a estar cerca de ellas por temor a ser embestidos y que otros digan que siempre nos refugiamos ahí.

Hace poco estuve a punto de rendirme, sentía tanta presión sobre mí que no podía más. Luché con todas mis fuerzas para revertir la situación y lo único que hacía era lastimarme más. Es que hay momentos donde revertir una situación ya no depende de nosotros, ya que estamos tan débiles que no podemos ni siquiera respirar con normalidad. Es entonces cuando decides buscar el refugio en Dios, tocar la cuerda que te dará la libertad y te permitirá reincorporarte para volver a luchar.

Dios es el refugio y la fortaleza que necesitas para continuar. Rendirte no es una opción válida, buscar el refugio en Dios es lo mejor.





viernes, 6 de octubre de 2017

Perseguido... pero bendecido

Bienaventurados aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:10

Nunca entendí esta frase, sino hasta hoy.

Justicia es dar al que necesita, ayudar al caído, buscar trabajos para brindar fuentes de trabajos a otros.
Justicia es dar de comer al hambriento, beber al sediento, libertad al cautivo.
Justicia es no buscar el beneficio propio, sino el común.
Justicia es quebrar el ego para que otros crezcan.
Justicia es hacer las cosas bien, que los proyectos salgan, que honres a quien debes honrar y "te pongas la camiseta".
Justicia es que los demás sientan apego por ti, no por tu dinero, sino porque siempre tienes algo bueno que decir, por la sonrisa que logras arrancar en un momento de tristeza o simplemente, porque Dios pone esa gracia en tu vida.
Justicia es que siempre tengas una sonrisa en la cara, y aunque las cosas no salgan tengas una alabanza a Dios.

Pero aquello causa molestia a algunas personas, por lo general a las mediocres. Y comienza la persecución.

Siempre aparecerán personas que trataran de menospreciar tu trabajo, buscarán impedir tu prosperidad, robar tu sonrisa, evitar que des, evitar que compartas, evitar que busques el bien común y, por su egoísmo, buscar solo el beneficio de ellos.
Otras personas buscarán culparte de cosas que no has hecho, mancharán tu dignidad e incluso inventarán historias inexistentes.

Los que vivimos bajo la justicia de Dios siempre seremos perseguidos.

Sin embargo, me llena de mucha alegría saber que todo esto provocará que MIO sea el Reino de los Cielos.

Gracias a los que me persiguen yo obtengo un bien mayor. Lo que mis perseguidores no saben es que mientras más me persiguen, más me acercan a Dios y provocan que Su Reino sea mio.


Mateo 16:19
Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.




lunes, 8 de mayo de 2017

Nostalgia: Fuera de este mundo

Y aún la magia está intacta,
el tiempo no causó efecto en los recuerdos.
Mis labios aun extrañan sus besos,
como los de aquella tarde frente al mar.

Aun veo sus fotos y la sueño,
mi corazón acelera su palpitar,
Aun me pongo nervioso,
como la primera vez que la vi.

De otro, de seguro sus labios ya no son míos,
sus pensamientos quedaron en el olvido.
Los sueños de tener un amor de leyenda
yacen hoy en la vía rumbo al mar.

Si la vez, dile que (suspiro)
que he sido un buen perdedor; porque yo perdí.
Que ella era algo fuera de este mundo,
pero que ahora veo venir la soledad.

Escribo estas líneas con sentido,
sin esperar a cambio nada.
En este mundo solo se vive una realidad,
y solo en la imaginación, hoy la puedo amar.

No hay vuelta atrás y me arrepiento,
sentimiento de culpa invade mi ser.
Pero, mientras ella aparezca en las noches cuando sueño
la besaré en mis sueños una y otra vez.

La magia sigue intacta,
cual bruja me hechizó con su cariño.
Estoy seguro que ella no sabe lo que hizo,
pero estas lineas es por ella que las escribo.

Inspiraba mis poemas,
su mano guiaba la mía para escribir.
Si ella supiera que sigue aquí conmigo,
escribiendo estas líneas, la he vuelto a sentir.

 - Fin -




martes, 7 de febrero de 2017

Del otro lado de la calle.

El clima caluroso de Guayaquil era insoportable. La sensación térmica estaba por los 38°, sol, humedad y la larga caminata por la 9 de octubre tenía su camisa mangas largas blancas impregnada con algo de sudor. En la esquina un vendedor de aguas vociferaba su producto y su precio. El ruido del claxon de los vehículos ante el verde del semáforo aumentaba la tensión del ambiente. Gente caminaba a prisa, unos cuantos se cruzaron la calle por entre los carros.

El seguía caminando hacía la universidad acelerando el paso y evadiendo a las personas mientras caminaba. Miraba constantemente su reloj y el cual indicaba que tenia tan solo 10 minutos para llegar. Se detuvo al llegar a la esquina y mirando el semáforo en verde como si con alguna fuerza mental podría hacer que vaya a rojo de manera inmediata. De repente la vio.

En la esquina del frente, donde inicia la gran plaza vecina a la universidad estaba ella. Su piel blanca, vestido floreado y zapatos tacos de baja altura atravesaron sus pupilas mucho más rápido que la velocidad de la luz y su corazón  palpito fuera de lo normal. -Wow- suspiró -¡Que hermosa!-

El semáforo en verde y el pasar de los carros cortaba su visión de ella. El cabello negro y corto, a la altura de los hombros, se movía con el pasar de cada vehículo. No falto el desadaptado que le envió un beso volado y unos cuantos improperios más. Pero ella ni se inmutó. El sí. Sintió coraje. Deseó en su corazón estar junto a ella y defenderla.

El naranja del semáforo llegó y con el varios pensamientos sobre como llamar su atención: -¿La espero y camino junto con ella?- -¿Le pregunto si la acompaño? -¿Paso de largo y no digo nada?.
Su mente trabajaba más de lo normal. Sus manos comenzaron a tener un pequeño tic nervioso que se demostró con movimientos lentos de los dedos de forma incontrolable. Las pulsaciones del corazón aumentaron mientra sus ojos se desviaron un momento de ella para mirar el semáforo y  asegurarse que aún estaba en naranja. 

-Mejor la acompaño, ¡sí! lo peor que puede pasar es que me rechace. Lo mejor es que desee que la acompañe y la invite a tomar algo- Pensó con rapidez mientras la luz del semáforo pasaba a rojo y los vehículos comenzaron a detenerse antes del paso cebra.

Suspiró lentamente y dio el primer paso fuera de la seguridad de la acera para dirigirse hacia ella.Su corazón seguía latiendo acelerado. Una improvisada seguridad en sí mismo se apoderó de su mente, dio otro paso y vio que ella caminó un paso a su izquierda. 
Una puerta de un aveo rojo se abrió repentinamente mientras el aun estaba en media calle. Ella sonrió de tal manera que sus dientes blancos brillaron junto con ella. Extendió su mano y abrió por completo la puerta y se subió al carro. Mientras el pasaba frente al vehículo pudo ver como aquella chica besaba lentamente los labios del conductor del vehículo quien respondió al beso sonriendo.

Terminó de cruzar la calle y avanzo su camino... En 10 segundos se ilusionó, emocionó y decepcionó del amor. 

Quizá la vida es así... es tan corta que muchas veces dura lo que el semáforo en cambiar de luz. O como la neblina, que en un momento está, pero de repente desaparece sin dejar rastro de que estuvo ahí.
Por tanto, hay que vivir, soñar, ilusionarse, decepcionarse, pero seguir caminando. Nunca sabes cuando la chica que está al otro lado de la calle también se haya fijado en ti... y espere que te le acerques.


domingo, 15 de enero de 2017

El hombre del paraguas

El invierno comenzó...
El aguacero caía sobre mí mientras caminaba por las calles.
La soledad caminaba conmigo... o eso creía.
Estaba empapado, tenía frío y caminaba sin destino.

De repente sentí que la lluvia  no me mojaba,
Miré hacia arriba y vi un paraguas abierto sobre mí
Rápidamente volteé mi cabeza para ver quién estaba a mi lado
Era un hombre bien vestido, miraba hacia al frente, caminaba conmigo.

Quise hablar y preguntar porqué hacía aquello, pero paz invadió mi corazón
En sus ojos había seguridad al caminar, sabía que el sol saldría pronto.
Pude notar una cicatriz en su frente, otra en su ojo derecho y su tabique desviado
Quería correr, pero de repente la lluvia se detuvo.

El hombre cerró el paraguas y pude ver un orificio en sus manos,
Mi corazòn se aceleró, yo sabía que conocía a ese hombre,
En la iglesia, en la casa, en los libros me habían hablado de él,
Pero de modo sobrenatural, no de modo físico.

Me miró a los ojos y me dijo: "no temas ni desmayes, Yo soy".
Sonreí, parpadee y el ya no estaba. Pero la paz en mi corazón permaneció.
Miré al cielo y ahora estaba soleado. No había nubes de tormenta. Todo había pasado.
El hombre del paraguas lo había hecho todo. Incluso desaparecer el temor.

El paraguas seguía ahí. Lo había dejado para mi.
Lo iba a tomar, pero preferí avanzar sin tocarlo.
No por rebeldía, sino porque el paraguas me recordaría la lluvia,
El avanzar me recordaría sus palabras.

La vida se trata de que cosas deseas recordar, que cosas deseas tener en la mente.
Los momentos dolorosos no se fotografían, solo los felices.
Nadie ve una foto de un ataúd y sonríe. Pero sí una de algún momento feliz.
Tu decides que vida vivir, si una vida de quejas o una de nuevos desafíos.

El hombre del paraguas me dió paz. Paz que el mundo no te puede dar.
Puedes irte a una isla solitaria y no sentir paz. Puedes estar rodeado de gente y sentirte solo.
Puedes solamente recordar Quien camina contigo y sentir paz con seguridad.
El no me aseguró que la vida sería fácil, solo que "no tema ni desmaye".

¿A qué le temes? ¿Ante que te rindes?
¿Acaso el hombre del paraguas no te dió su palabra de que EL ES"?
El hombre del paraguas siempre mirò hacia delante, así debemos caminar
Mirando siempre al frente, porque allá atrás ya no hay nada que podamos hacer.

El pasado ya fue,
El presente es hoy.
El futuro lo escribes tú
¿qué deseas escribir?